Sorpresa en el teatro

Ayer (junto a la melli), les dimos una sorpresa a nuestros ex alumnos de la escuela de CSCC. Ellos tenían una salida al teatro, iban a ver “Perico” (de Morosoli), pero no tenían ni la menor idea de que nosotras también iríamos. Es más, el pasado viernes cuando nos despedimos finalmente de ellos nos preguntaron cuándo los volveríamos a ver y les dijimos “más adelante, se nos va a complicar para vernos, no sabemos cuándo será”. Lo que menos pensaban es encontrarnos allí.

Llegamos al teatro antes de que comenzara la obra, nos pusimos la túnica y nos quedamos en un rincón, de manera que ellos no nos vieran cuando llegaran. De repente vimos que se hacía la hora del comienzo de la obra y ellos aún no llegaban... entonces me asomé a la puerta del teatro y vi que había un ómnibus lleno de niños, uno de ellos me señala. Volví inmediatamente a nuestro lugar porque supuse que ya me habían identificado. Hasta que un minuto después se escuchan fuertes pisadas, corridas más bien. Aparecen sorpresivamente todos los niños gritando nuestros nombres y exclamando “¡ahí están! ¡ahí están!”.
No puedo explicar la sensación tan extraña que me golpeó fuertemente el alma y me dejó sin habla, tan sólo mis ojos humedecidos en lágrimas obstinadamente atrapadas miraban a cada uno de esos niñitos corriendo hacia nosotras. Recibimos millones de abrazos, montones de besos, cientos de “te extrañamos”, y unos cuantos “no te vayas de nuevo”.
¿Qué más puedo decir? ¿cómo dos maestras practicantes pudimos ganarnos tanto cariño de estos niños? ¿cómo ellos pudieron llegar tan hondo a nuestros corazones que cada vez que los recordamos esbozamos una sonrisa y nuestras pupilas se tornan rojizas? Menuda sorpresa se llevaron ayer. Para ver la obra todos querían sentarse a nuestro lado, pero las maestras debíamos estar ubicadas en las esquinas de las butacas para que todos los niños pudieran ver sin inconvenientes. Cómo queremos a estos alumnitos, cómo nos ha costado y nos seguirá costando despegarnos de ellos.

2 COMENTARIO(S):

Andre... dijo...
4 de diciembre de 2009, 11:14

La respuesta:... Simple! Cuando uno trabaja teniendo en cuenta al otro y de todo corazón el cariño surge espontáneamente. He vivido muchas de éstas experiencias y en ese sentido me siento una afortunada!
Cuando uno tiene la capacidad de penetrar en el corazón de un niño... la devolución es increíble. Por los niños, salud!

Andre... dijo...
4 de diciembre de 2009, 11:14

La respuesta:... Simple! Cuando uno trabaja teniendo en cuenta al otro y de todo corazón el cariño surge espontáneamente. He vivido muchas de éstas experiencias y en ese sentido me siento una afortunada!
Cuando uno tiene la capacidad de penetrar en el corazón de un niño... la devolución es increíble. Por los niños, salud!

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