Dale vida a los sueños

Este poema de Mario Benedetti fue quien actuó como mediador en la despedida de la escuela de CSCC, hoy fue mi último día en ella.


Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.

Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.

Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.

Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despierto.

(Mario Benedetti)

¡Feliz día del maestro!


Hoy, 22 de setiembre, se celebra acá en Uruguay el Día del Maestro. Así que a todos aquellos que compartan esta hermosa vocación de la docencia les deseo un muy feliz día y que disfruten mucho. Esta profesión que hemos elegido es complicada, es difícil, tiene sus "cosas". Pero sobre todo, hay millones de cosas que se rescatan y son las que dan mayores ganas de seguir adelante y de pelear día a día en esta carrera. El amor incondicional hacia la educación, hacia nuestros niños, nuestros alumnos que serán los ciudadanos del mañana y que ya lo están siendo. Las ganas de cambiar el mundo, de construir uno mejor y de alcanzar la paz. La esperanza de cambiar realidades. De saber que estamos ahí y que nuestros alumnos siempre podrán contar con nosotros. Saber que les enseñaremos que el mundo puede ser otro, a pesar de ser el que es.
¡Feliz día maestros! ¡feliz día!...

Dejarse llevar por los sueños

Últimamente tengo sueños de los que luego mantengo la imagen en el transcurso del día. Sueños que al comienzo parecen agradables pero luego acaban volviéndose irresistiblemente intolerables. Pero logro mantenerlos intactos, sólo son un sueño. Despierto, los recuerdo, los evado, vuelven a mí y nuevamente intento evadirlos.
En el día me vienen imagenes como la sucesión de distintas fotografías acerca de las diversas situaciones vividas en esos sueños. A veces me encienden los nervios, la preocupación, el miedo a que realmente suceda lo soñado. Porque me ha pasado en más de una ocasión.
Pero siguen intactos, sólo son sueños. Quizás signifiquen algo, quizás sólo sea un vuelo extra que decidió hacer mi imaginación. Y se lo permito, después de todo, soñar y soñar, en cualquiera de los sentidos que se tome siempre es buena señal. Señal de que vivimos esta vida y que sabemos que podemos ineractuar en ella, cambiar nuestro destino, cambiar nuestras realidades.

El secreto de Sally

Finalmente. Ayer llegaron las ansiadas vacaciones de primavera. Durante la próxima semana no tendré que ir a clases. Me dediqué a reorganizar mi dormitorio. Cambié el orden de todos los muebles que se encuentran en él. Esto no es nada extraño en mí, ya que cada tanto suelo "reacomodar" todo. ¿Será algún síntoma de algo? ¿tendrá algún significado? nunca estoy conforme con la distribución y entonces decido cambiar todo. Todo. Me lleva un par de horas, honestamente un poco más.
En la noche simplemente me acosté, a mirar televisión. Hace mucho que no lo hacía. Pero en el día de ayer sentía como una paz, una tranquilidad, quizás sea el indicio de que realmente estaba saboreando el comienzo de estas vacaciones (aunque sean tan breves como para durar tan sólo una semana).
Primero miré un documental sobre Mario Benedetti, mi tan amado escritor: Palabras verdaderas (de Ricardo Casas). Simplemente: excelente. Sin palabras. Me encantó, y no sólo porque yo sea admiradora de un personaje tal como lo es Marito, sino que me agradó mucho cómo estaba realizadoo, la manera en que zse presentaban las distintas informaciones, las fotografías, los poemas relatados... todo.
Luego me dediqué a ver la película El secreto de Sally (en inglés se titula "House of Cards"). Una película muy interesante. Creo que, como futura docente, es posible que en algún momento me cruce con algún caso de niños que se encuentren con este problema que manifiesta Sally. Y es necesario saber cómo actuar, cómo reaccionar.... lo que más rescato es la posibilidad que siempre se encuentra de inmiscuirse en el mundo del otro para poder comprenderlo, para llegar a entablar un diálogo que quizás tan sólo sea un diálogo con el alma.



El mundo de Sally: Sally tiene seis años; era una niña brillante, capaz de hablar con soltura tres idiomas. Pasó tres años en Sudamérica y su padre murió en un accidente a causa de una caída en una excavación arqueológica. De regreso a casa, comienza a manifestar un extraño comportamiento: ya no habla, le gusta subir a sitios altos, aunque ponga en peligro su vida; grita cuando cambian algo de posición y parece mostrar sorprendentes habilidades jugando a la pelota. Sally reacciona a la muerte de una manera muy extraña. Su condición empeora y su madre se niega a que sea tratada por un especialista, pero el psiquiatra del colegio (Jake, experto en autismo de niños) insiste ante un caso que parece distinto a todos los que ha conocido. Pero Ruth coge otro camino, arriesgando su propia salud mental para poder llegar a entender a Sally.

Este pánico social

Como todas las mañanas, salgo apresurada de casa. Se hacen las 6:45 y estoy a punto de perder el ómnibus que me deja en hora en la escuela. Sin embargo, debo viajar sola. Mis compañeras han de haberse tomado el que pasó anteriormente. Aguardo en la parada, los minutos transcurren... extraigo mi celular del bolsillo, observo la hora. Vuelvo a guardarlo. Segundos más tarde vuelvo a observar la hora. Viene el ómnibus. Durante el transcurso del viaje comienza a llenarse de gente. Van subiendo cada tanto y mantengo un silencio aniquilado en un suspiro esperanzador de que cuando esté llegando a destino ya esté más despejado el ambiente. Se supone que tengo una hora y cinco minutos de viaje desde mi punto de partida hasta mi destino: la escuela.

El tiempo va pasando y repentimante comienzo a sentir que mi corazón se acelera, golpea fuertemente contra mi pecho. Mi respiración se dificulta. Sí... el tan temido pánico social me invade una vez más. Intento controlarme, trato de no demostrar mis síntomas pero siento que todos los pasajeros me observan y que se han percatado de lo que me sucede (aunque realmente no sea así). Siento miradas por doquier, me rodean, me observan, me cuestionan sin emitir comentario, sus rostros lo dicen todo. Ya no puedo seguir en viaje. Necesito descender, respirar el aire urbano, sentir que ya no estoy en ese ómnibus. Simplemente apaciguarme. Ya llevo treinta y cinco minutos de recorrido. Mantenerme allí por otra cantidad igual de tiempo se me hará eterno. No creo resistirlo. Tomo mi mochila, me la cuelgo al hombro. Sin siquiera pedir permiso me apresuro hasta llegar a la puerta trasera del ómnibus. Toco timbre anunciando mi próxima parada para descender. Finalmente, lo hago. Piso tierra firme. Estoy sobre la vereda, al menos allí ya no hay tanta gente. Los síntomas de mi pánico social aún siguen manifestándose como desde el comienzo.

Camino lentamente... mirando hacia abajo, intentando no cruzar miradas con ningún transeúnte. Busco un teléfono, llamo a casa. Nadie contesta. Dejo sonar. Nada. Llamo a mi tío, no le explico lo sucedido. Tan sólo necesito que alguien sepa que regreso a casa. Y así lo hago. Ya estoy de nuevo a salvo, aunque sé que nunca dejé de estarlo.

Seguimos sonriendo


Un trueno lejano
anuncia la lluvia que ha de venir,
una nube reciamente gris que se aproxima
oculta el celeste del cielo
y en este rincón
una sonrisa está a punto de nacer.

¡Abran paso, déjenla volar!
¿no ven que hace tiempo
está aquí guardada
esperando por quien le ayude a vivir?

Y ahí llegas tú con tu presencia
enmarañada en este paisaje confuso,
me tiendes tu mano,invado tu mirada
y me brindas la sinceridad de tu alma,
su avidez ya me pertenece.

Juntos unidos en un abrazo,
al fin,
avanzamos en este esperanzador camino
y dejamos que esta sonrisa
-coexistiendo con otras sorpresivas-,
brote, crezca, viva y nos pertenezca.

Sonreímos,
nos queremos,
y aún seguimos sonriendo.

Ana Stelmack

Rescata mi corazón


Ayer salimos con Noe (la melli), Marcelo (my love) y yo. Pasamos súper bien. A pesar de algunos inconvenientes que ocurrieron supimos divertirnos, jugamos al pool, nos reímos mucho, cantamos un montón... y al regreso veníamos coreando, tanto en la calle como dentro del auto, la siguiente canción que escuchamos dentro del Shopping:

Esta noche pensé en pasarte a buscar
que estés lista a las diez, invitarte a cenar
a esos sitios que nunca te llevo
y a la luz de la luna confesarte un deseo.

A la orilla del mar diré frases de amor
iremos a bailar, beberemos Chandón
y a la hora en que las princesas se enamoran
dejarás el salón, por quedarnos a solas.

Hoy... puedo morir de amor,
rescata mi corazón
quédate conmigo.

["Rescata mi corazón" - Manuel Wirtz]





... y para la vida

Este mensaje nos lo transmitió a las maestras practicantes la directora de la escuela en donde hacemos la práctica de CSCC. Lo dejo para compartirlo con uds.


No acepten lo habitual
como una cosa natural.
Pues en tiempo de confusión organizada,
de arbitrariedad consciente,
de humanidad deshumanizada
nada debe parecer natural,
nada debe parecer...
IMPOSIBLE DE CAMBIAR.

(Berthold Brecht)

Pizza, muzzarella y una pitón

Anoche fuimos con Marcelo a lo de mi concu (Andrea) y Gabriel. Vimos una película en la casa de ellos: "Python". Estuvo bastante buena. Comimos pizza con muzzarella y nos divertimos un buen rato. Si no fuera por mi cuñado que nos estaba echando nos hubieramos quedado hasta más tarde. Mmh. Los años no vienen solos...


Python: Una pitón de enormes dimensiones, fruto de un experimento genético, escapa tras accidentarse el avión donde era transportada. Las víctimas empiezan a sucederse y los agentes especiales tratan de capturarla, entre ellos el Dr. Rudolph, responsable de la criatura.

El “cuco” del CSCC no era tal

Esta semana comencé la práctica docente en una escuela de CSCC. ¿Qué es eso de CSCC? Todos los que estudiamos magisterio antes de conocerlo le teníamos una especie de miedo, o de temor. Era como un bicho raro. Se decía... “en setiembre se viene la práctica en contexto” y un estruendoso “¡uuuuh!” se emitía en forma prácticamente automática por parte del receptor de dicho mensaje. El CSCC es la práctica docente en una escuela de “contexto socio-cultural crítico”. Es decir, un contexto que está minado de carencias. Éste puede ser: desfavorable, muy desfavorable... la escuela en la que debo hacer la práctica es de contexto “muy desfavorable”. Sin embargo, a pesar de lo que todos imaginamos en un momento... me encantó estar en esta escuela. Se ven muchos problemas de conducta, atencionales, materiales, etc. Todo tipo de problemas y carencias, pero tiene sus cosas positivas. Los niños son sumamente sociables con nosotras, “las maestras nuevas” según sus propias palabras.
Por suerte he tenido la posibilidad de compartir momentos preciosos con los alumnos ya desde la primer semana. A la hora del recreo otra maestra practicante y yo organizamos juegos con ellos. Los alumnos no podían creer que “¡¡las maestras juegan al fútbol!!”. Pero pasaron muy bien, la carita de contentos que pusieron cuando les llevé la pelota y les dije que íbamos a jugar entre todos... no tiene explicación. Hay nimiedades que te llegan al corazón, y te tocan donde el corazón te hace vibrar el pecho. Y es fuerte. Ahora prácticamente todos los días vamos a organizar juegos con los niños (mi compañera de práctica y yo), ya sea a la rayuela, al manchado, a la pelota, etc. Creo que si nosotras, que somos maestras, podemos integrarnos a ellos de esa manera se van a sentir muy bien y van a ver una faceta de los docentes que hasta ahora no estaban acostumbrados a ver. Además, estos niños necesitan elevar su autoestima y a través de l juego pueden hacerse muchas cosas a favor de eso. El jueves fuimos a recorrer el barrio con la Directora y todas las maestras practicantes, así podemos saber más acerca de cómo son los hogares de los niños que asisten a esta escuela. Es una escuela complicada. Cerca hay unos cuantos asentamientos, y de allí es que vienen la mayoría de los niños. Hubo cosas fuertes de ver, y otras que una se cuestiona y que antes no imaginaba que podían darse determinadas situaciones hasta que las tenemos ante nuestros ojos y reaccionamos súbitamente. Lo que destaco de estos niños y que siempre voy a mantener y valorar es el cariño que demuestran, y la necesidad del mismo que denotan. Necesitan afecto, que estés con ellos, que compartas una sonrisa, que les dediques un tiempo, que los comprendas. Simplemente, son niños con mucho amor para dar y recibir. En octubre ya regreso a la escuela donde estaba haciendo la práctica docente anteriormente y desde ya me estoy imaginando qué duro va a ser abandonar esta nueva escuela, estos nuevos alumnos, por más que estemos junto a ellos tan sólo un mes. Son los propiedades del hecho de ser docente y hay que acostumbrarse a las “bienvenidas y despedidas” que nos depara la vida de ahora en más.

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