Escrito por la noche.

La noche abraza a la ciudad
y la luna parece inspirar hondo
buscando expandir su resplandor.
Un viejo libro tendido sobre la mesa,
releido tantas veces
como la nostalgia lo requiere;
un papel con un número escrito
en forma deliberadamente descuidada;
un cassette en cuya cinta
podría escucharse una extraña balada de amor...
elementos que enmarcan
esta noche de primavera.

Miro hacia un rincón de esa agotada mesa,
llena de obstáculos,
y vislumbro tu fotografía.
Observo tu rostro,
me detengo con cautela en tu sonrisa.
Continúo mi recorrido hacia tus ojos
con el encanto que siempre
has logrado incorporar en mi alma.

Tu figura aparece ante mí,
estás en mi mente.
Estás allí, tan cerca de mí.
Tus manos aguradan por mí.
Y ahora, aguardo por ti.

Ponto vendrás y me haces ser
afortunadamente consciente
de que este amor es real.

(Ana Stelmack)

Más que de costumbre.-


Esta mañana he despertado con el pálido resplandor de unos rayos de sol sobre mi rostro. Miro hacia la ventana. El día está hermoso, una brisa tímida apenas mueve las hojas de los árboles. Y la persiana, que permaneció abierta toda la noche, se mantendrá en su misma posición durante toda la jornada. Mantengo mi cuerpo distendido sobre mi cama. Prefiero aprovechar a que mis párpados cubran mis pupilas buscando extender el sueño que me había dominado hasta el momento. Sólo tengo media jornada de clases hoy... ¿por qué no descansar tan sólo un instante más que de costumbre?

Hoy puede ser un gran día

Hoy puede ser un gran día.
Plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.

Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.

Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.

Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.

Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta de mediocridad.

Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.

Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.

Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.

Pelea por lo que quieres
y no desesperes si algo no anda bien.

Hoy puede ser un gran día
y mañana también.



(Joan Manuel Serrat)



Con esta canción nos despidió la Directora de la escuela de CSCC en una despedida que nos organizaron el pasado miércoles, emocionante hasta estremecer el corazón, inolvidable hasta calar hondo en el alma... "hoy puede ser un gran día, y mañana también...".

Día del Patrimonio

El pasado fin de semana se celebró en Uruguay el "Día del Patrimonio", dos días dedicados a recorrer diversos sitios con valor cultural e histórico para el país. Por eso, el domingo salí a recorrer los diferentes lugares que se prestaban a ser visitados en la zona del Prado. Entre los lugares visitados están...

- La Quinta de Berro (Av. Agraciada 3399, esq. 19 de Abril), "el palacio inglés y neogótico que corona el Prado". Con un jardín sumamente hermoso y dotado de diversas tonalidades de verdes y frescura a su alrededor, una de sus zonas a destacar es su entrada que sella a los visitantes en sus pupilas con una hermosa fuente de agua.

- El jardín botánico (Av. 19 de Abril 1181), dotado de colecciones de plantas con un montón de géneros y especies representativas. Puede considerarse un museo. Se encarga de preservar y conservar la vegetación. Podemos encontrar un gran número de diversas especies.



- Residencia Presidencial de Suárez (Av. Suárez y Reyes), allí llegamos justo cuando finalizaba el horario de visita... pero posee tres plantas, un mirador y un jardín deslumbrante, que incluye un rosedal y un pabellón de cristal y acero.

- Museo Municipal de Bellas Artes, Juan Manuel Blanes (Av. Millán 4015), donde pueden apreciarse obras de Juan Manuel Blanes, así como también de Pedro Figari. También suelen realizarse exposiciones temporales de otros artistas.

- Jardín Japonés del Museo Blanes. Simplemente, hermoso.

- para acabar la jornada, nos fuimos a pasar un rato en el Centro de Protección de Choferes (Av. de las Instrucciones entre Av. Millán y Boulevard José Batlle y Ordóñez), un lugar a donde se puede ir en familia, o en compañía de amigos, a pasar la tarde, hacer un asado, festejar un cumpleaños, jugar en los diferentes juegos que se encuentran en una especie de plaza. Hay mesas, parrilleros, diversas plantas y árboles, en fin. Un ambiente muy agradable.

Cómo olvidarlos...

- Brandon, con sus enormes ojitos llenos de ternura y su tímida simpatía. El más apegado a nosotros, con sus ganas de ayudar siempre, con sus abrazos dando los “buenos días” a la hora de entrar a la escuela. Es quien formaba parte de la banda "Brandon y las melli".
- Daniel, tan tímido cuando recién comenzamos las clases, con lo que le costó soltarse y mostrar su corazón tanto a nosotras como a sus compañeros. Ahora es tan afectivo y demostrativo, siempre debíamos ayudarlo en su banco a hacer las taras y eso le fortificó su seguridad en sí mismo.
- Camila, con su voz extremadamente aguda exclamando “¡ah! ¡pero maestra...!” , con su simpatía y sus ganas de jugar y crecer.
- Anita, con su mirada tras esos lentes, con sus acercamientos a nosotras para decirnos, “¿me corregís el cuaderno?”...
- Ana Laura, una niña que parece más grande de lo que es y, sin embargo, es admirable la capacidad que tiene de jugar, de reír y de ser niña junto a todos sus compañeros.
- Abel, con sus pocas ganas de trabajar en clase pero con toda su energía para vivir conversando cuando en realidad hay que hacer tarea, con sus historias de niño travieso que día a día traía a clase. Y nuestros gritos de “¡A ver, Abel! ¡Shh!”.
- Marcelo, con su personalidad tan seria pero en realidad lleno de ansias por compartir sonrisas.
- Florencia, una niña muy estudiosa, siempre aplicada a las tareas escolares, con su prolijidad sin igual.
- Michael, chico callado (en clase), un poco tímido. Pero con una dulzura en su rostro que lo dice todo.
- Tatiana, una niña muy querible, que siempre intenta defender a sus compañeros. A pesar de estar bajo tratamiento ha obtenido la comprensión de sus compañeros.
- Gimena, tuvimos pocas oportunidades de entablar comunicación con ella, debió faltar por razones de salud, pero de todos modos demostró siempre su simpatía y sus ganas de avanzar.


Estos once ex alumnitos fueron quienes asistieron al teatro en el día de ayer, pero tampoco podemos olvidar a...

- Andrés (I), el típico niño del “yo no fui”. Siempre haciendo travesuras, tanto durante la clase como a la hora de la salida. A pesar de todo, siempre hace reír con sus piropos.
- Andrés (II), un niño con una imaginación muy potente a la que sólo hay que soltarle un poco sus alas para que vuele libremente.
- Rodrigo, inquieto, conversador, alegre, siempre está con alguna excusa en mente para no hacer los deberes.
- Carlos, el chico que aprendió a escribir recién este año, demandante de mucho apoyo pero sobre todo de mucha atención a nivel interior.
- Elizabeth, una niña que se deja llevar por las travesuras de los demás niños, con una sonrisa cada vez que logra finalizar un trabajo antes que otro compañero.
- Michelle, con sus mejillas rozagantes, y mostrando siempre sus figuritas coleccionables antes que sus tareas...
- Christian, que a simple vista demuestra cara de “chico malo” y en realidad tiene un corazón que se ablanda tan fácilmente que no logra disimularlo.
- Piriscilla, la niña que parece un calco de “la pequeña Lulú”, con su sonrisa remarcando sus mejillas y un carácter que hacía que la llamáramos “nuestra secretaria".
- Richard, un chico sumamente tímido, que a pesar de necesitar ayuda a veces intentaba demostrar como que no era así, pero siempre debía vencer a su propio orgullo.

A todos ellos, muchas gracias por los momentos compartidos, por habernos permitido soñar y ser parte de sus corazones... simplemente, nunca los olivdaré, siempre irán en lo más profundo de mi alma, serán esos alumnos imposibles de no recordar.
¡Los quiero mucho!

Sorpresa en el teatro

Ayer (junto a la melli), les dimos una sorpresa a nuestros ex alumnos de la escuela de CSCC. Ellos tenían una salida al teatro, iban a ver “Perico” (de Morosoli), pero no tenían ni la menor idea de que nosotras también iríamos. Es más, el pasado viernes cuando nos despedimos finalmente de ellos nos preguntaron cuándo los volveríamos a ver y les dijimos “más adelante, se nos va a complicar para vernos, no sabemos cuándo será”. Lo que menos pensaban es encontrarnos allí.

Llegamos al teatro antes de que comenzara la obra, nos pusimos la túnica y nos quedamos en un rincón, de manera que ellos no nos vieran cuando llegaran. De repente vimos que se hacía la hora del comienzo de la obra y ellos aún no llegaban... entonces me asomé a la puerta del teatro y vi que había un ómnibus lleno de niños, uno de ellos me señala. Volví inmediatamente a nuestro lugar porque supuse que ya me habían identificado. Hasta que un minuto después se escuchan fuertes pisadas, corridas más bien. Aparecen sorpresivamente todos los niños gritando nuestros nombres y exclamando “¡ahí están! ¡ahí están!”.
No puedo explicar la sensación tan extraña que me golpeó fuertemente el alma y me dejó sin habla, tan sólo mis ojos humedecidos en lágrimas obstinadamente atrapadas miraban a cada uno de esos niñitos corriendo hacia nosotras. Recibimos millones de abrazos, montones de besos, cientos de “te extrañamos”, y unos cuantos “no te vayas de nuevo”.
¿Qué más puedo decir? ¿cómo dos maestras practicantes pudimos ganarnos tanto cariño de estos niños? ¿cómo ellos pudieron llegar tan hondo a nuestros corazones que cada vez que los recordamos esbozamos una sonrisa y nuestras pupilas se tornan rojizas? Menuda sorpresa se llevaron ayer. Para ver la obra todos querían sentarse a nuestro lado, pero las maestras debíamos estar ubicadas en las esquinas de las butacas para que todos los niños pudieran ver sin inconvenientes. Cómo queremos a estos alumnitos, cómo nos ha costado y nos seguirá costando despegarnos de ellos.

Te cuento un cuento... Perico

Me parece interesante compartir este comentario respecto a la obra "Perico" (de Juan José Morosoli) que se está realizando en el Teatro "El Galpón", a la cual fuimos a ver ayer con mis ex alumnos...
(...) en el programa de Extensión Cultural dedicado a los niños de Enseñanza Primaria, la institución galponera ha puesto en escena Te cuento un cuento...Perico, una obra en versión y dirección de María Azambuya sobre el texto Perico de Juan José Morosoli. Respecto a esto, la directora expresó que "Cuando uno lee o escucha por primera vez Perico, siente que esos cuentos se van a quedar para siempre en nosotros. Y eso es lo que nos pasó cuando volvimos a trabajar con ese pequeño gran libro, era como releer las cartas que estaban en un ropero. La frescura y la emoción que nos había causado volvían, y sin ningún esfuerzo, después de tantos y tantos años, mojaba nuestros ojos y alegraba nuestras vidas. Con esa emoción y con esa alegría es que hicimos Te cuento un cuento... Perico con el elenco compuesto por Myriam Gleijer, Marcos Flack, Angeles Vázquez, Dino Gauto y Pablo Dive, casi sin pensarlo entramos en el mundo del recuerdo de nuestra infancia y del recuerdo de Perico. Pero esto no paró ahí. A ese juego y con la misma alegría, se sumó Eduardo Larbanois e hizo la música, Gerardo Bugarin se encargó del vestuario y de la escenografía, Fernando Tabaylain de las luces, y hasta nuestra productora Carolina Pereira siguió junto con Emilia su hijita paso a paso estos cuentos que nos siguen llenando de ternura". *
* Tomado de: Diario "La República" - 09/09/2006
Sección Cultura

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